Por Kristin Sohl, MD, FAAP
Ser adolescente puede ser una etapa emocionante pero desafiante, llena de grandes cambios físicos, emocionales y sociales. No es raro que los adolescentes experimenten
problemas de salud mental.
Como todos los niños, los adolescentes con
espectro autista también se enfrentan a problemas de salud mental. Si su hijo está en el espectro autista, aquí tiene información que puede ayudarlo a saber cuándo podría estar teniendo problemas y cómo puede apoyarlo.
Ansiedad y depresión entre los adolescentes en el espectro autista
La ansiedad y la depresión son comunes en los jóvenes autistas. De hecho, muchas personas en el espectro autista experimentan más problemas de ansiedad y depresión que sus pares no autistas. Esto podría deberse a que la forma en que los adolescentes autistas socializan con sus pares puede ser diferente de las interacciones típicas de los adolescentes. Los adolescentes autistas también podrían sentirse solos o excluidos de las actividades sociales.
Notar los cambios: el comportamiento como una pista sobre las emociones
Como padre, madre, cuidador, entrenador u otro adulto importante en la vida de un adolescente, usted puede desempeñar un papel fundamental en el apoyo a su salud mental. Una de las cosas más importantes que puede hacer es prestar atención a los cambios en su estado de ánimo o en sus patrones de comportamiento.
Por ejemplo, tenga en cuenta si su hijo come o duerme más o menos de lo habitual, si pasa más tiempo solo o si está menos interesado en las actividades que suele disfrutar. Algunos adolescentes serán más emocionales cuando se sientan estresados, ansiosos o deprimidos. Algunos estarán menos comprometidos o incluso se aislarán de sus amigos, familiares, mascotas o actividades.
Lo importante es recordar que notar cambios en el comportamiento es una pista importante. Todos los adolescentes manejan las emociones de forma diferente. Los adolescentes autistas podrían tener más o menos capacidad para comunicarse verbalmente. Por lo tanto, su comportamiento será una pista fundamental de lo que les podría estar ocurriendo.
Los adolescentes autistas podrían mostrar más comportamientos repetitivos (como, por ejemplo, agitar las manos) o insistir en patrones de comportamiento. Si nota cambios, es un buen momento para intervenir. Puede hacerlo verbalmente mediante preguntas, o no verbalmente, acercándose y ofreciéndole señales amables de tranquilidad.
Terapia para adolescentes en el espectro autista
Sabemos que los adolescentes en el espectro autista pueden responder bien a la
terapia conductual común al igual que sus pares no autistas. Las opciones de asesoramiento (terapia conductual) pueden funcionar bien, incluida la terapia cognitivo-conductual. Es importante encontrar un consejero que tenga experiencia trabajando con personas en el espectro autista. Existen algunas adaptaciones útiles que pueden aumentar la eficacia del asesoramiento para personas autistas.
A veces puede ser difícil saber si un adolescente tiene dificultades, y aún más difícil saber cuándo intervenir como adulto de confianza. Esto se aplica a todos los adolescentes, autistas o no. Sabemos que la
crisis de salud mental está afectando profundamente a muchos adolescentes que intentan desenvolverse entre sus pares y sus presiones. Es vital que los adultos que se preocupan por ellos presten atención a los adolescentes y a los cambios en su comportamiento y sus emociones. Estos cambios pueden indicar la necesidad de apoyo y servicios que podrían salvarles la vida.
Conectar con el adolescente y su pediatra
Las familias, los cuidadores y otros adultos pueden escuchar a los adolescentes en el espectro autista e interactuar con ellos. Pueden ayudarlos a sentirse escuchados y atendidos, y a compartir con su pediatra las preocupaciones de salud mental.
Esto es especialmente importante porque a veces los médicos podrían no reconocer los trastornos mentales graves que coexisten con el trastorno del espectro autista. Algunos médicos no se dan cuenta de que la ansiedad y la depresión son comunes en el autismo y es importante detectarlas, identificarlas y tratarlas.
Aquí es donde el pediatra de su hijo puede ser fundamental. Cuando un pediatra sigue de cerca a un niño desde
la infancia hasta la edad adulta, el médico es capaz de apoyar a través de cambios críticos y ser un defensor más cuando se necesitan mayores apoyos y servicios. Su pediatra puede desempeñar un papel importante para ayudarlo a usted y a su hijo a acceder a la intervención y el apoyo necesarios. Si está preocupado, póngase en contacto con su pediatra para que lo ayude a usted y a su hijo a saber cuál es el mejor camino a seguir.
Recuerde
Aunque los problemas de salud mental son comunes en los adolescentes en el espectro autista, eso no significa que todos vayan a tener un diagnóstico de salud mental adicional. Incluso si su hijo no tiene ningún problema, siempre es bueno estar en contacto con él a menudo, hablar con él sobre sus intereses y disfrutar de tiempo para relajarse juntos. Son formas estupendas de fomentar la
resiliencia en momentos de estrés y de desarrollar habilidades para sobrellevar problemas para el futuro.
Más información
Acerca de la Dra. Sohl
Kristin Sohl, MD, FAAP, es miembro del Subcomité de Autismo del Consejo
de Niños con Discapacidades (Children with Disabilities Autism Subcommittee)
de la AAP. La Dra. Sohl es profesora de Pediatría en University of Missouri
School of Medicine y es una pediatra que practica la pediatría del desarrollo y
del comportamiento. Se desempeña como directora médica de la Red de Telesalud
de Missouri y es la fundadora y directora ejecutiva de la Extensión sobre los
Resultados de la Atención de la Salud Comunitaria (Extension for Community
Healthcare Outcomes, ECHO) del Autismo. Es la presidenta anterior de la
delegación de Missouri de la American Academy of Pediatrics.
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