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Vida familiar

4 maneras en que el juego puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de su hijo

Todos sentimos estrés o depresión a veces, incluidos los niños. El juego es una excelente manera de ayudarlos a sentirse mejor. Además de proporcionar una distracción divertida, el juego puede ayudar a los niños a ponerse en contacto con sus sentimientos. El juego es una poderosa forma de meterse un poco en la mente de su hijo y darle una sensación de control y dominio sobre la vida. De hecho, la terapia de juego es una de las herramientas de tratamiento que utilizan los expertos en salud conductual cuando trabajan con niños.

Siga leyendo para conocer algunas formas en que el juego puede ayudarle a mejorar el estado de ánimo de su hijo en casa.

  • 1. Deje que los niños tomen las riendas del juego

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    Una de las cosas que los padres tienden a hacer cuando sus hijos se ponen gruñones o desafiantes es microgestionar más. Pero parte del desarrollo emocional normal de un niño pequeño, especialmente alrededor de los 2 años, es luchar por tener más control sobre sus acciones, impulsos, sentimientos y su cuerpo. En ocasiones, esto puede volverse frustrante para ellos.

    Por otro lado, el juego le permite a su hijo sentirse más en control. Usted puede sentarse y observar. Apague las distracciones digitales, saque a relucir cualquier cosa con la que su hijo tenga ganas de jugar (lápices de colores, bloques, figuras de acción, ¡lo que sea!) y no dirija el juego. Está bien hacer preguntas, o decir cosas como "¡Qué bien!" o "¿Qué puedo dibujar?", pero intente darse cuenta de cuándo quiere intervenir y controlar las cosas, y resista ese impulso.​​

  • 2. Concéntrese en sacar las sonrisas

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    Una de las mejores cosas del juego es la alegría natural que puede surgir de hacer tonterías juntos, explotar burbujas, perseguir y hacer cosquillas o contar chistes. No es necesario que le exija a su hijo que se una a usted; puede empezar sin él y dejar que elija unirse (de esta forma, él se sentirá con más control). Los estudios demuestran que jugar en "sincronía" con sus hijos, como por ejemplo turnarse para hacer burbujas, bailar las mismas canciones o hacer muecas en el espejo, es excelente para su desarrollo emocional.​​

  • 3. Haga de la identificación de emociones un juego

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    Una actividad que se puede probar es dibujar una cuadrícula con cuatro zonas y un círculo en cada una de ellas. Luego, convierta los círculos en caras con diferentes emociones. Deje que su hijo le ayude a dibujar las caras, a identificar los sentimientos y a poner en una lista algunas cosas que le hacen sentir así. También puede hablar de lo que él puede hacer para sentirse mejor cuando algo le hace sentir mal, para que pueda volver a la zona feliz. Puede preguntarle cómo se sienten sus personajes de libros o dibujos animados favoritos. Las emociones no tienen por qué que dar miedo, como dijo el señor Rogers (el presentador y educador estadounidense), debemos enseñarles a los niños que se pueden mencionar y manejar.​​

  • 4. Mantenga la diversión en el movimiento

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    La actividad física puede tener un poderoso efecto en el estado de ánimo. Los terapeutas ocupacionales saben que estirar las articulaciones, saltar, columpiarse o realizar otras actividades sensoriales o motoras pueden ayudar a los niños a sentirse alerta y más positivos. Mire en su jardín o en su vecindario para ver qué podría convertir en una rutina diaria para mover el cuerpo. Visitar un parque de juegos, andar en bicicleta, jugar a la mancha o realizar actividades simples como saltar la cuerda y patear la pelota son buenas opciones.​​

Última actualización
11/3/2022
Fuente
Adapted from Melissa & Doug: Our Blog
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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