Las destrezas de comunicación que su hijo aprenda afectarán la forma en que interactúa no solo con usted sino con el mundo en general. Estas destrezas le ayudarán a su hijo a negociar, resolver problemas y aprender de otros. La comunicación también puede usarse para felicitar, castigar, expresar sentimientos y proporcionar ideas y entendimiento.
La forma en que usted se comunica forma parte esencial e integral de lo que comunica. Bien lograda, la comunicación es una forma de transmitir amor, aceptación, respeto y aprobación para su hijo. Decir un cumplido, por ejemplo, no es solo decir palabras. Se necesita que usted entienda cómo piensa su hijo sobre él mismo y su comportamiento, y saber cuándo y en qué forma puede compartir con él lo orgulloso que está, de modo que le escuche lo mejor posible y acepte lo que usted está intentando decir. La comunicación exitosa es un proceso que requiere de dos personas, no simplemente una que le dice algo a la otra. Si regularmente tiene una buena comunicación con su hijo, él sabrá que usted piensa bien de él. Esto no solo cultivará la relación con su hijo, sino que puede ayudarle a crecer, desarrollarse y estar a la altura de sus capacidades como persona.
Lastimosamente, muchos padres hacen un mal trabajo cuando expresan su aceptación. Es posible que piensen: Si le digo a mi hijo que ante mis ojos todo en él está bien, no se sentirá motivado para esforzarse más y lograr más en la vida. Pero de hecho, los niños se desempeñan mejor cuando se sienten aliviados de la presión de tener que ganar la aprobación de sus padres. En lugar de constantemente juzgar y criticar a su hijo, hágale saber que lo acepta y lo quiere. A su vez, él empezará a quererse más y su autoestima crecerá.
Haga un esfuerzo por comunicar su aceptación por medio de palabras y acciones. Sí, puede expresar sus sentimientos en formas no verbales a través de su lenguaje corporal, incluidas las expresiones faciales, abrazos y gestos. Pero también es importante que lo diga.
Con demasiada frecuencia, los padres eligen formas no eficaces y que no transmiten aceptación para comunicarse verbalmente con sus hijos. Pueden dar órdenes ("¡Lo vas a hacer como yo digo o vas a ver lo que te pasa!"), sermonear ("Cuando yo era niño, tenía el doble de tareas del hogar"), o regañar ("No puedes volver a comportarte así nunca"). O pueden criticar ("Hoy lo estás haciendo todo mal"), ridiculizar ("Te veías ridículo cuando estabas jugando pelota") o menospreciar ("Alguien de tu edad ya debería saber eso").
Sea positivo y procure transmitir aceptación en la forma en que habla con su hijo. Felicítelo con frecuencia y sea tan específico como pueda ("Hiciste un excelente trabajo al resolver ese problema difícil de la tarea de matemática de hoy"). Hágale saber lo mucho que usted lo aprecia como es, sin tener que esforzarse por tener que parecerse a sus ideas preconcebidas de cómo usted quiere que sea ("Me sentí tan orgulloso solo de verte correr hoy en la pista").
También puede demostrar aceptación al no involucrarse en algunas de las actividades de su hijo. Por ejemplo, si solo lo deja pintar sin darle consejo de cuáles colores mezclar, esto transmitirá el mensaje de que lo está haciendo bien por sí solo. De forma muy parecida, puede escuchar en silencio a su hijo, sin interrumpir con sus propios pensamientos y comentarios que pudieran contradecirlo o corregirlo.