Por Tiffany Munzer, MD, FAAP
La inteligencia artificial (IA) está cambiando rápidamente la forma en que trabajamos, jugamos y nos comunicamos. Si bien la IA tiene potencial para ayudar a resolver problemas complejos, es probable que también haya escuchado serias preocupaciones al respecto y, especialmente, sobre las formas en que la IA podría cambiar las vidas de niños y adolescentes.
Con tantos puntos de vista, ¿cómo puede entender la IA y su posible impacto en su familia? Comencemos por ver cómo funciona la IA y qué cuestiones deben considerar los padres y las familias a medida que evoluciona la tecnología.
¿Qué es exactamente la inteligencia artificial? ¿Cómo funciona la IA?
La IA se basa en el
cerebro humano: cómo recopilamos hechos, descripciones, comentarios, imágenes y mucho más y le damos sentido a todo para completar una tarea específica. La diferencia es que la IA reúne los datos de entrada, los clasifica y los hace accesibles de inmediato. Sin embargo, a diferencia del conocimiento humano, no tiene la capacidad de conectar nueva información con todas nuestras otras experiencias de vida.
La tecnología de IA ha estado en desarrollo desde mediados de la década de 1950. Sin embargo, gracias a los avances recientes, las herramientas basadas en IA se están convirtiendo rápidamente en parte de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo:
Cuando llama al servicio de atención al cliente, la IA podría ayudarlo a encontrar respuestas a sus preguntas
Cuando explora noticias internacionales, es posible que la IA haya traducido las palabras que escucha o lee a su idioma de preferencia
En el consultorio de su médico, un programa de reconocimiento de voz impulsado por IA podría ayudar al equipo médico a tomar notas y actualizar su historia clínica
A mayor escala, la IA se utiliza para estudiar y mejorar el flujo de tráfico en áreas urbanas, por ejemplo, y analizar los riesgos para la salud en grandes poblaciones
¿Qué pasa con la IA que utilizan algunos niños para hacer sus tareas?
La
IA generativa es una tecnología que crea contenidos que en el pasado solo podían provenir de seres humanos. Por ejemplo, en lugar de sentarse a redactar un informe, un escritor podría utilizar ChatGPT para generar datos relevantes y sugerencias de redacción. Un artista podría crear lo que parece una fotografía o un dibujo original ingresando una breve descripción en un programa impulsado por IA.
Es fácil ver por qué algunos niños utilizan la IA como ayuda con las tareas escolares. Pueden encontrar datos y buscar entre millones de gráficos e imágenes para aprender más sobre un tema. La IA también impulsa programas gramaticales que pueden verificar su trabajo para corregir errores de escritura. Sin embargo, las escuelas tienen reglas sobre cómo se puede utilizar la IA para las tareas y la escritura, por lo que es importante consultar con los maestros. Los adolescentes también deben aprender a ser honestos acerca de cuándo utilizaron la IA en sus tareas.
La IA está a nuestro alrededor (y nosotros la alimentamos)
Incluso si sus hijos no utilizan la IA para algunas partes de sus tareas escolares, ellos (y usted) entran en contacto con la IA todos los días. Sus hijos, y su familia en su conjunto, tienen una
huella digital (en inglés). Esta huella podría estar compuesta por cada búsqueda, compra, descarga o sesión de visualización y escucha en línea que realice. Si utiliza un altavoz inteligente impulsado por inteligencia artificial para obtener respuestas a preguntas sobre el clima, resultados deportivos y más, está suministrando aún más datos a esta huella colectiva.
¿Cómo están aprovechando los niños la IA?
Como han
señalado (en inglés) los expertos en salud infantil de UNICEF, los niños de todo el mundo utilizan la IA casi a diario. La mayoría de los juguetes, juegos y plataformas de Internet interactivos diseñados para niños dependen de la tecnología de IA. Aunque la IA está avanzando más rápido de lo que se esperaba, la mayoría de las naciones no han considerado cómo afectará la IA al bienestar social y emocional de los niños.
Se necesita mucha más investigación, pero los primeros estudios sobre la IA y los niños señalan varias preocupaciones:
Los niños pequeños podrían compartir información personal con plataformas de IA. Los estudios muestran que los niños a menudo conversan con altavoces inteligentes, cuentan historias personales y revelan detalles que los adultos podrían considerar privados.
Podrían asumir que las plataformas de IA se parecen mucho a las personas. En un estudio se descubrió que los niños de entre 3 y 6 años creían que los altavoces inteligentes tenían pensamientos, sentimientos y habilidades sociales. Solo unos pocos niños asumieron que los altavoces eran en realidad seres humanos. Esto podría afectar la forma en que los niños aprenden a interactuar con los demás.
Es posible que confíen más en la IA que en los seres humanos. En otro estudio se descubrió que los niños pequeños pensaban que los altavoces inteligentes eran más confiables que las personas cuando se trataba de responder preguntas basadas en hechos, como "¿Quién fue el primer presidente de Estados Unidos en conducir un automóvil?".
Muchos adolescentes utilizan la IA a diario. Los adolescentes son grandes admiradores de la IA generativa, que los ayuda a escribir ensayos e informes y a crear imágenes y videos para compartir en redes sociales (entre cientos de otros usos posibles). Sin embargo, solo
1 de cada 4 padres (en inglés) cuyos hijos adolescentes usan IA son conscientes de que lo están haciendo, según evidenció una encuesta reciente.
¿Cuáles son los beneficios de la IA para los niños y las familias?
Hay muchas formas en que la tecnología de inteligencia artificial puede ayudar a los niños a aprender y crecer.
Es una herramienta valiosa para el aprendizaje. La IA se puede utilizar para adaptar lecciones y experiencias de aprendizaje a las necesidades individuales de niños pequeños y adolescentes. Puede ayudar a los educadores y padres a encontrar formas de enriquecer el aprendizaje de niños de todas las capacidades en diferentes etapas de crecimiento y desarrollo. Y si bien no es un buen sustituto de la conversación en vivo, puede ayudar a los niños a mejorar sus habilidades lingüísticas e incluso a aprender nuevos idiomas.
Puede fomentar la creatividad. Vivimos en un mundo visual, por lo que los niños necesitan formas de expresar sus ideas a través de fotografías, imágenes, gráficos y más. La IA no solo es valiosa para los artistas en ciernes, sino también para los niños que desean crear visualizaciones de datos, gráficos, dibujos animados simples y otros elementos visuales.
Puede motivar e involucrar a los niños de nuevas maneras. La IA puede ser interactiva y divertida para los niños, al ofrecer nuevas formas de disfrutar y explorar su mundo. Para algunos niños, esta podría ser una experiencia que les cambie la vida y les abra nuevas puertas, mejore el rendimiento escolar y los ayude a prepararse para los desafíos de la vida adulta.
¿Cuáles son los peligros potenciales de la IA para nuestros hijos?
A pesar de todas las promesas que encierran, las plataformas de IA también pueden dañar a los niños y las familias.
Pueden difundir odio, prejuicios y estereotipos. Debido a que la IA "aprende" de todo lo que encuentra en Internet, las plataformas de IA reflejan los mismos prejuicios que amenazan con dividirnos y alienarnos. Estudios exhaustivos muestran que el contenido generado por IA promueve estereotipos y falsedades. Los adultos deben estar preparados para hablar con los niños sobre lo que ven en línea y cómo podría reforzar creencias y acciones negativas.
Pueden erosionar la privacidad. La IA recopila una enorme cantidad de datos sobre nosotros, a menudo sin que lo sepamos. Por ejemplo, se descubrió que un juguete grababa conversaciones entre padres, niños y cualquier otra persona cercana, con la capacidad de transmitir datos de estas conversaciones a terceros. Es difícil mantenerse al día con los informes sobre juguetes y dispositivos que podrían violar la privacidad de su familia, pero es posible que los padres quieran evitar los juguetes interactivos que prometen "hablar" con los niños.
Pueden inundar a los niños con mensajes
comerciales. La IA nos rastrea en Internet, toma nota de lo que nos gusta y nos brinda más de lo mismo. El historial de búsqueda de su hijo podría convertirlo en el objetivo de incesantes campañas publicitarias que usted preferiría que no viera.
Pueden utilizarse para el acoso y el fraude. La IA generativa se puede utilizar para crear imágenes falsas o distorsionadas de su niño o adolescente, o de alguien que conoce. Un ejemplo: los
desnudos falsos (en inglés) que se han utilizado para atacar y avergonzar a muchos adolescentes. Los
ultrafalsos
(deepfakes-en inglés) y la
clonación de voz (en inglés) se pueden utilizar para amenazar a los niños para que realicen acciones que normalmente nunca considerarían, como enviar dinero o brindar información privada a otros. Vea más en:
¿Qué deben saber los adolescentes sobre la "sextorsión" y los depredadores en línea?
¿Los legisladores están tomando medidas para protegernos?
Está claro que la IA llegó para quedarse, pero en Estados Unidos la legislación no ha seguido el ritmo del crecimiento tecnológico.
La
Ley de Protección de la Privacidad en Línea para Niños (COPPA, por sus siglas en inglés) protege a los niños de 13 años o menos al restringir el acceso y el uso de la información personal sobre ellos que se puede encontrar en línea. Sin embargo, desde su aprobación a finales de la década de 1990, la ley COPPA ha sido infringida sistemáticamente por empresas de medios, fabricantes y otros. Además, no está claro si ChatGPT y otras plataformas generativas cumplen con las regulaciones de COPPA.
La
Ley de Seguridad Infantil en Línea (Kids Online Safety Act), introducida por primera vez en 2021 y aún en proceso de aprobación en el Congreso, requeriría que las plataformas de redes sociales protejan los datos de los niños menores de edad. Sin embargo, esta legislación no aborda los datos que los proveedores de servicios web, los servicios de correo electrónico y las instituciones educativas pueden recopilar sobre nuestros niños.
Un
decreto ejecutivo (en inglés) sobre la IA podría servir como guía para leyes futuras, pero aún no existen regulaciones que detallen lo que las organizaciones pueden y no pueden hacer con la tecnología de IA.
¿Qué puedo hacer para proteger a mi hijo de los riesgos de la IA?
La IA es un objetivo en movimiento, por lo que podría resultarle difícil establecer pautas saludables para su hijo o adolescente. Aquí hay algunas sugerencias sensatas para que las considere y las comparta con maestros, entrenadores, vecinos y líderes de la comunidad que trabajan con su hijo.
Hable con sus hijos sobre la IA. Adapte lo que diga a la edad y al nivel de comprensión de su hijo. No debe asustar a un niño pequeño, pero puede hacerle saber que el altavoz inteligente de su cocina no es lo mismo que un amigo de confianza. Hable sobre las diferencias entre las personas y los asistentes digitales, o entre las conversaciones en vivo con amigos y familiares y los chats en las redes sociales. Provea ejemplos de su propia vida para que su hijo tenga una idea de cómo usted practica la seguridad en línea.
Con los adolescentes, apunte a un debate abierto sobre la privacidad, los prejuicios, el acoso y otras cuestiones de seguridad en línea. No predique ni intente cubrir todos los aspectos de la IA al mismo tiempo. Pídales su opinión y mantenga la mente abierta. Esto puede dar lugar a debates fructíferos que los ayudarán a aprender juntos.
Enseñe a los niños mayores cómo gestionar la privacidad en línea. Explique cómo pueden administrar cookies, borrar historiales de navegación y bloquear a los usuarios de redes sociales o a los anunciantes cuyos mensajes eligen no ver. Haga hincapié en que esto es algo que todos los usuarios en línea deberían saber y ofrezca algunos ejemplos de cómo usted protege su propia privacidad.
Prueben la IA juntos. Considere probar una aplicación basada en inteligencia artificial como ChatGPT o Facetune
junto con sus hijos. Esto puede darle la oportunidad de analizar cómo funciona y señalar los problemas que le preocupen.
Common Sense Media ofrece
reseñas (en inglés) que lo ayudarán a elegir plataformas para realizar pruebas para experimentar en familia.
Fomente la curiosidad y el pensamiento crítico. Desafíe a sus hijos a buscar signos de prejuicios en el contenido en línea. Por ejemplo, puede crear un juego para detectar cosas que parecen reales frente a aquellas que parecen falsas. Pregunte a los niños de dónde creen que provienen la información o las imágenes. La persona, la empresa o el grupo que los comparte, ¿tiene un objetivo en mente? ¿Qué razones tenemos para confiar (o desconfiar) del remitente?
Hable sobre el plagio. En una época en la que cualquier persona puede cortar y pegar contenido y hacerlo pasar como propio, los niños deben comprender el concepto de trabajo original. Explique cómo pueden utilizar la información en línea como punto de partida para sus propios pensamientos. Asegúrese de que comprendan que copiar o presentar las palabras, imágenes e ideas de otros sin darles crédito está mal (y a menudo es ilegal). Continúe la conversación a medida que sus hijos crezcan.
El futuro de la IA y la protección de los niños
Nos queda un largo camino por recorrer para aprovechar los beneficios de la IA y al mismo tiempo proteger a nuestros hijos de los riesgos que podría representar. Los resguardos que necesitamos deberían reflejar el tremendo poder de la IA para dar forma a nuestra vida cotidiana.
El diálogo continuo debería reunir a las familias con las escuelas, los proveedores de atención médica, las organizaciones deportivas y artísticas y otras organizaciones comunitarias, para que podamos ayudar a los niños a beneficiarse de la IA y minimizar sus posibles daños.
Más información
Tiffany Munzer, MD, FAAP es pediatra del desarrollo conductual e investigadora de medios digitales en University of Michigan. La Dra. Munzer obtuvo su título en Medicina en University of Arizona College of Medicine y completó una residencia en Pediatría y una especialización en University of Michigan. Es miembro del comité ejecutivo del Consejo de Medios y Comunicaciones de la AAP. Su trabajo más reciente examina cómo la pandemia ha dado forma a las experiencias de las familias en los medios digitales.
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