La salud comienza donde los niños viven, aprenden y juegan. Cuando las familias no se pueden costear lo más necesario para vivir, esto afecta su salud de manera negativa. La pobreza puede inhibir la capacidad de los niños para aprender y contribuye a los problemas de tipo emocional, social y del comportamiento.
Participando en su comunidad, usted puede marcar la diferencia en la vida de los niños y de sus familias. Fuera de beneficiar a otros, los actos de generosidad también pueden ayudar a sus niños a tener un corazón más compasivo