Los profesionales de enfermería de las escuelas desempeñan un papel importante en la promoción de la salud y el bienestar emocional de los niños en edad escolar. La American Academy of Pediatrics recomienda que los distritos escolares proporcionen un enfermero o enfermera escolar de tiempo completo en cada edificio escolar. Consulte con la escuela de su hijo sobre los servicios de salud disponibles para apoyar las necesidades de salud crónicas o a corto plazo.
¿Tienen todas las escuelas un enfermero escolar?
Los servicios de salud que se ofrecen en las escuelas varían mucho. Por ejemplo:
En algunas escuelas, hay un enfermero escolar certificado de tiempo completo. Trata problemas de salud agudos y crónicos. Esto puede incluir la administración de medicamentos y la realización de evaluaciones y exámenes de salud, así como procedimientos especiales ordenados por el médico de un niño. También deriva a los niños a su pediatra para recibir exámenes físicos, diagnóstico y tratamiento.
En algunas comunidades, un enfermero escolar de tiempo completo es responsable de atender varias escuelas y pasa solo un tiempo limitado en cada una de ellas. Es responsable de capacitar a otros miembros del personal (maestros, administradores, secretarios, auxiliares de salud) para manejar situaciones de salud agudas cuando el enfermero no está en el lugar.
En algunas escuelas, se dispone de un enfermero profesional de tiempo completo o parcial. Con frecuencia, trabaja con médicos consultantes, enfermeros escolares, trabajadores sociales o educadores de salud en un centro de salud escolar en el que se presta atención médica de rutina en la escuela. Esta ha sido una forma importante y exitosa de brindar atención a los estudiantes en áreas en las que la atención se vio limitada debido a la falta de proveedores de atención médica, seguros u opciones de transporte adecuadas. La American Academy of Pediatrics cree que todos los niños merecen un "hogar médico" y apoya el establecimiento de clínicas escolares, especialmente en áreas en las que los niños no tienen acceso a la atención médica.
Golpes, raspaduras y dolores de cabeza
La mayoría de las enfermedades y lesiones que surgen durante la escuela son menores (golpes, raspaduras, dolores de cabeza) y pueden ser atendidas por el enfermero escolar. En muchos casos, el niño puede volver a clase. Se debe notificar a los padres si un niño tiene una lesión en la cabeza para que puedan controlar los síntomas de
conmoción cerebral en casa.
Cuando el problema sea más grave, se llamará a uno de los padres para que venga y lleve al niño a casa. Si la situación es extremadamente grave o pone en peligro la vida, el niño será trasladado en ambulancia a la sala de emergencias del hospital o al médico más cercano. En muchas escuelas, aunque no en todas, uno o más miembros del personal han recibido capacitación en RCP (reanimación cardiopulmonar) y primeros auxilios. Los padres deben saber cómo se manejan estas situaciones en la escuela de sus hijos.
Problemas de salud a corto plazo en la escuela
A veces, su hijo puede tener una afección de salud que no dura mucho tiempo, pero que aún interfiere en su desempeño en la escuela. Este tipo de problema se debe informar al enfermero escolar, al maestro o al director. Por ejemplo:
La
pérdida de audición relacionada con una infección de oído podría requerir un cambio temporal de asientos al frente del salón de clases.
Algunas infecciones, especialmente una infección de oído,
amigdalitis estreptocócica, bronquitis y sinusitis, pueden necesitar la administración de medicamentos durante una semana después de que su hijo esté lo suficientemente bien como para volver a la escuela. Consulte con su pediatra si se le puede recetar un medicamento que se pueda dar antes y después de la escuela y luego a la hora de acostarse, para que no sea necesario tomarlo en la escuela.
Consulte sobre la política de la escuela acerca de los medicamentos antes de la primera enfermedad de su hijo. La escuela puede requerir una orden escrita del médico antes de administrar el medicamento. También puede requerir que el medicamento esté en su envase original etiquetado. Será más fácil ocuparse de esto durante la visita al consultorio del médico. Muchos distritos escolares tienen los formularios que necesita en el sitio web del distrito para que pueda descargarlos en casa.
Si su hijo tiene un problema fácilmente visible que ya ha sido evaluado por su pediatra, informe al personal escolar sobre el diagnóstico y el tratamiento del médico. Esto ayudará a evitar que su hijo sea evaluado de nuevo en la escuela, lo que puede interrumpir su trabajo en el salón de clases y preocuparlo innecesariamente.
Si su hijo tiene una lesión o enfermedad que requiere inmovilización (el uso de un yeso, por ejemplo) o limitaciones en la actividad física, pregunte en la escuela sobre actividades alternativas disponibles durante las clases de educación física y los recreos. Cuando un niño no puede participar en la educación física durante meses o incluso años, es necesario diseñar un programa formal de educación física adaptada, que sea adecuado y seguro. Hable de esto con el director de la escuela. Cuando reciba una nota de su pediatra, pídale que especifique las actividades que puede o no puede hacer su hijo. Por ejemplo, un estudiante que se está recuperando de una fractura en el brazo aún puede caminar alrededor de la pista de la escuela durante la clase de educación física.
Visita a la enfermería escolar
La mayoría de los estudiantes pueden ir a la oficina de salud de la escuela y hablar con el enfermero cuando lo necesiten durante el día, por lo general con solo pedírselo al maestro. Si desea que su hijo consulte con el enfermero, envíe una nota a la escuela con él o llame a la escuela a primera hora del día. Comuníquele a su hijo el motivo de la visita para que no se confunda o sorprenda cuando lo llamen a la oficina.
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