También los niños tienen inquietudes y preocupaciones acerca de la pubertad, las cuales incluyen:
Cambio de voz
Debido a que su laringe (o caja de la voz) se dilata y los músculos de las cuerdas vocales crecen, su voz puede “quebrarse” cuando hablan. Aunque esto puede ser embarazoso y molesto, es una parte normal del proceso de crecimiento.
Sueños húmedos
Es posible que los niños se despierten en la mañana con los pijamas y las sábanas húmedas. Estos “sueños húmedos” o emisiones nocturnas se deben a una eyaculación, no a una micción (enuresis), que ocurre mientras duerme;
no son una indicación de que el niño tuvo un sueño sexual. Explique este fenómeno a su hijo y asegúrele que usted comprende que él no puede evitar que suceda. Los sueños húmedos son solo parte del crecimiento.
Erecciones involuntarias
En la pubertad, los niños tienen erecciones espontáneamente, sin tener contacto con su pene y sin tener pensamientos sexuales. Esas erecciones inesperadas pueden ser bastante vergonzosas, especialmente si ocurren en público, en la escuela, por ejemplo. Informe a su hijo que estas erecciones inesperadas son normales y son una señal de que su cuerpo está madurando. Explíquele que les suceden a todos los niños durante la pubertad y que con el paso del tiempo serán menos frecuentes.
Crecimiento de los senos
Muchos niños experimentan hinchazón de los senos durante los primeros años de la pubertad. Con más frecuencia, su hijo puede sentir un bulto plano como un botón debajo de uno o ambos pezones. También puede sentir sus senos sensibles o adoloridos. Después de algunos meses, algunas veces más tiempo, la hinchazón desaparecerá; estos niños no desarrollarán senos de verdad.
Un testículo más bajo que el otro
Los testículos disparejos, aunque puede ser algo que resulta vergonzoso en los vestidores de los jóvenes, es normal y común.
Los padres pueden apoyar a su preadolescente
A medida que su hijo se acerca y entra a la pubertad, sea comprensivo con su necesidad de privacidad. Los preadolescentes tienden a volverse más recatados; por ejemplo, cuando se bañan o se cambian su ropa. Respete su deseo de privacidad, no sólo cuando eso se relacione con sus cuerpos sino también en otros aspectos de su vida, por ejemplo, no lea su correo y recuerde tocar la puerta antes de entrar a su habitación.
Los niños también se vuelven más conscientes de su imagen física durante la preadolescencia. Aumenta su interés en su arreglo personal, y lo más probable es que se avergüence de su apariencia, debido en gran parte a la influencia de sus compañeros y los medios de comunicación. Manténgase alerta de señales de que su niño está sufriendo de imagen física distorsionada, lo cual puede en ocasiones contribuir a trastornos alimentarios.
Además, evite hacer bromas ligeras acerca de su desarrollo puberal. Debido a que la mayoría de jóvenes son tímidos en esta época, se avergonzarán si se hacen bromas sobre ellos y la forma de su cuerpo en constante cambio o sobre la intensidad de su voz.
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