Cuando un área del pecho de una madre que amamanta no drena lo suficiente, es posible que comiencen a crecer bacterias en el área y se provoque una infección. Esta es una afección denominada
mastitis.
Síntomas de la mastitis
Los síntomas de la mastitis incluyen hinchazón, ardor, enrojecimiento o dolor. También es posible que tenga fiebre, síntomas parecidos a los de la gripe o dolores generalizados. Si tiene alguno de estos síntomas, comuníqueselo de inmediato a su médico.
Es posible que la mastitis comience con una inflamación, que se puede tratar con medicamentos (como, por ejemplo, ibuprofeno). Si los síntomas continúan durante más de 24 horas o empeoran, comuníquese con su médico. Es posible que le recomiende antibióticos.
¿Cómo se trata la mastitis?
El tratamiento para la mastitis incluye compresas frías y antibióticos, además de lactancia materna frecuente, reposo, abundante líquido y analgésicos antiinflamatorios.
Cuando su médico le receta antibióticos para la mastitis, es importante completar la cantidad prescrita. Si no se siente mejor dentro de las 72 horas posteriores a comenzar a tomar el antibiótico, hable con su proveedor. Es posible que se necesite otro enfoque de tratamiento o antibiótico.
A muchas madres lactantes les preocupa que el antibiótico se transmita a través de la leche materna y afecte al bebé, por lo que no toman el medicamento o lo suspenden antes de lo recomendado. Sin embargo, los antibióticos administrados para tratar la mastitis generalmente no causan ningún problema al lactante.
Además, no completar el tratamiento con antibióticos puede aumentar las posibilidades de desarrollar otro episodio de infección. Las infecciones mamarias repetidas o no tratadas pueden causar cicatrices, lo que puede afectar la producción de leche incluso en futuros embarazos y experiencias de lactancia.
¿Debo seguir amamantando si tengo mastitis?
Es importante que continúe amamantando y extrayendo leche mientras tenga mastitis; la lactancia frecuente ayuda a drenar las mamas y evita que la infección empeore. Su bebé no sufrirá daños por beber su leche materna. Sin embargo, es posible que a veces la leche materna tenga un sabor "salado" y su bebé la rechace.
Si le resulta demasiado doloroso que su bebé amamante de la mama infectada, muévalo a la otra mama y abra ambos lados de su sostén para permitir que la leche fluya de la mama dolorida a una toalla o paño absorbente. Debe extraerse la leche de la mama infectada usando una bomba de extracción o amamantando.
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