Es un placer observar las respuestas de un bebé al universo. A medida que observa a su recién nacido contemplar maravillado las personas y objetos que lo rodean, acurrucarse contra usted con un gemido de placer y ocasionalmente, sobresaltarse con un sonido fuerte, puede sentir que está experimentando muchas de esa amplia gama de emociones usted misma. Durante los primeros días y semanas en casa con un recién nacido, puede oscilar entre sentimientos de gozo e incertidumbre, confianza y confusión, emoción y exasperación. Todos estos son sentimientos muy naturales y esperados. Si sus respuestas emocionales durante el período post parto son más extremas de lo que esperaba o siente que puede manejar, debe notificarlo a su médico.
En general, mientras más sencilla y predecible mantenga su rutina diaria mientras continúa conociendo a su bebé y familiarizándose con la amamantada, mejor para usted y su familia.
Encuentre sus lugares favoritos
Aunque una de las mayores ventajas de amamantar es su adaptabilidad, puede alimentar a su bebé prácticamente en cualquier lugar sin equipo y sin demora, puede descubrir que elegir uno o dos lugares favoritos para hacerlo facilitarán su adaptación. Durante el día, posiblemente elija un sofá o silla en la sala o cocina, pues esto le permite participar en la vida familiar mientras amamanta. Algunas madres primerizas han descubierto que amamantar en la cama, con muchas almohadas para apoyarse y el moisés de mimbre de su bebé a la mano, permite que su bebé se quede dormido cómodamente al final de la sesión de alimentación y facilita que la madre haga una siesta.
Las madres que dan pecho en muchas culturas se duermen con sus bebés hasta que los destetan. American Academy of Pediatrics, sin embargo, ha expresado su preocupación pues dormir juntos es peligroso. Dormir juntos es una preocupación mayor si la madre es obesa, si usa cualquier sustancia que pueda alterar su estado de alerta como medicamentos que alteran la mente o toma alcohol en exceso, si es fumadora o si otros niños también duermen en la cama. Si decide amamantar a su bebé en la cama, vuelva a colocarlo en su moisés una vez que haya terminado, boca arriba, y antes de que usted se quede dormida. También es riesgoso quedarse dormida con su bebé en un sofá o en una silla reclinable. La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que los padres hagan que sus bebés duerman en la misma habitación que ellos, pero en una superficie para dormir separada, como un moisés.
Tenga lo esencial cerca
Una vez que elija un par de lugares para amamantar, asegúrese de que los artículos básicos como paños y pañales estén a la mano antes de comenzar a amamantar. Mantenga una botella de agua o algo para beber cerca de usted pues las madres lactantes deben beber mucha agua o bebidas sin cafeína para evitar la sed.
Si tiene otros niños, una canasta con juguetes, libros de trabajo o grabaciones de audio pueden evitar que tenga que levantarse en la mitad de una sesión de lactancia materna. También puede tener una libreta y un lápiz a la mano para llevar un registro de la alimentación de su bebé.
Desde luego, no necesariamente debe tener todos estos artículos ni debe crear un área formal “para amamantar”. Sin embargo, planificar con anticipación lo que puede necesitar a mano puede hacer la vida más manejable los primeros días.