Durante el curso de la lactancia materna, puede sentir dolor o notar una pequeña protuberancia roja o irritada en los senos y que le duela al tocarla. Esta protuberancia puede ser el resultado de un conducto lácteo obstruido, producto de un cambio abrupto en el horario de la alimentación, un drenaje inadecuado del seno, mantener las mismas posiciones al amamantar o utilizar ropa o sostenes muy apretados.
Tratamiento
Un conducto obstruido se debe tratar de inmediato, ya que puede ocasionar una infección de los senos. El mejor tratamiento inicial para un conducto obstruido es continuar amamantando, teniendo cuidado de vaciar el seno lo más que se pueda durante cada alimentación. (Si deja de amamantar repentinamente, su seno probablemente se congestione, lo que podría empeorar la condición y provocar una infección).
Antes de cada tiempo de alimentación, dé un masaje suave al seno, empezando desde afuera hacia el pezón, prestando especial atención al área firme. Amamante con frecuencia y el mayor tiempo posible, ofreciendo a su bebé el seno adolorido primero si lo puede soportar, porque el bebé se alimentará con más energía del primer seno, por lo que el drenaje más eficaz.
Trate de cambiar posiciones para permitir un mejor drenaje. Extraiga la leche de ese seno después de cada tiempo de alimentación si el bebé no la extrajo completamente. Coloque toallas húmedas y tibias a una temperatura agradable, en el seno afectado varias veces al día (o tome varios baños calientes o duchas), dando un masaje suave en el área alrededor del conducto obstruido hacia el pezón.
Si la protuberancia del seno no desaparece en pocos días o si aumenta de tamaño o enrojecimiento, o si desarrolla fiebre o molestia importante, haga una cita para consultar a su médico.
Prevención
Aliviar la presión de los senos le ayudará a prevenir la obstrucción de los conductos. Usted puede hacerlo al usar ropa que no sea apretada (evite tops o sostenes ajustados, sostenes con aros o, si es necesario, cambie a una talla de sostén más grande, o quédese sin sostén por un tiempo), cambie su posición para amamantar para que su bebé drene la leche de todas las áreas del seno por igual y que no duerma sobre su estómago.
Si observa que la leche seca tapa las aberturas en los pezones, lávelos suavemente con agua tibia después de cada sesión de lactancia materna. Las continuas dificultades con ductos obstruidos pueden ser una señal de que su bebé no está agarrando el pecho adecuadamente o de una mala posición para amamantar. Programe una consulta con el pediatra o especialista en lactancia para corregir estos problemas.