Por Laura A. Jana, MD, FAAP y Jennifer Shu, MD, FAAP
Una vez que los bebés han demostrado que son capaces de eliminar todo resto de
meconio de su tracto intestinal y han comenzado a evacuar (hacer popó o caca) "de verdad", puede estar relativamente seguro de que su sistema digestivo está funcionando correctamente. Ahora, puede enfocarse en los patrones de evacuación considerados normales durante la infancia.
Patrones de evacuación de su bebé
Lo que se considera normal en esta etapa (y durante los próximos meses) varía desde una evacuación cada varios días hasta varias evacuaciones al día. Algunos bebés son como los velocistas del mundo de la evacuación, rápidos e intensos, mientras que otros son más como corredores de larga distancia, lentos y constantes.
En general, los bebés
lactantes evacuan más que los alimentados con fórmula, y los bebés más pequeños evacuan más que los mayores. Los bebés recién nacidos y los lactantes también tienden a tener varias evacuaciones pequeñas en sucesión. (Consejo: es posible que desee esperar unos minutos hasta que su recién nacido haya terminado completamente, en lugar de apresurarse a cambiar el pañal al primer signo de actividad).
Desde el punto de vista del pediatra, es probable que el número real de evacuaciones sea menos importante que el hecho de que, en general, todo vaya bien.
Presentar heces líquidas o evacuar más de lo que come
Con el fin de ayudarlo a distinguir entre el bebé saludable pero "rápido y furioso" al evacuar y aquellos recién nacidos que evacuan más allá de los límites aceptables, los expertos en el cuidado de recién nacidos sugieren la siguiente regla general: cada vez que las heces de un recién nacido se vuelvan progresivamente más
líquidas o superen la frecuencia de las comidas, es momento de buscar consejo médico.
Cuando la evacuación se vuelve difícil: problemas de estreñimiento
En el lado opuesto de las heces blandas o líquidas, muchos padres acaban planteándose preguntas sobre el
estreñimiento en cuanto sus bebés empiezan a gruñir, a hacer esfuerzos o a ponerse rojos al evacuar o la primera vez que pasan varios días sin evacuar.
Afortunadamente, el verdadero estreñimiento (definido como heces duras, difíciles de evacuar o poco frecuentes) no es un gran problema para la mayoría de los bebés pequeños. Lo crea o no, pasar hasta 5 a 7 días entre evacuaciones no es necesariamente un problema para los bebés que ya han demostrado ser completamente capaces de evacuar durante sus primeras semanas (y que
comen y
crecen bien).
Mientras las heces de su bebé sean relativamente blandas y salgan fácilmente, puede respirar con relativa tranquilidad a pesar del grado dramático de incomodidad que su bebé parezca mostrar.
Incluso si su bebé ocasionalmente parece tener dificultades para evacuar, recuerde que evacuar mientras se está acostado boca arriba no es precisamente algo natural. Dado que su bebé no tendrá muchas opciones durante un tiempo, puede intentar facilitarle la tarea al empujarle suavemente las rodillas hacia el pecho mientras está tumbado boca arriba. Esto le ofrece cierta resistencia contra la que esforzarse.
Sin embargo, si su bebé parece tener problemas constantes para evacuar, lo hace con poca frecuencia o con aparente dolor, o nota
sangre o heces que simplemente no parecen normales, asegúrese de consultar al médico de su bebé.
Más información
Acerca de la Dra. Jana
Laura A. Jana, MD, FAAP, es pediatra y madre de 3 niños y tiene un nombramiento en el cuerpo académico de Edna Bennett Pierce Prevention Research Center de Penn State University. Es autora de más de 30 libros sobre maternidad/paternidad y niños y se desempeña como experta/colaboradora en primera infancia para varias organizaciones, incluidas la Oficina de Salud Maternal e Infantil (Maternal and Child Health Bureau), Primrose Schools y
US News & World Report. Vive en Omaha, NE.
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Acerca de la Dra. Shu
Jennifer Shu, MD, FAAP es editora médica de HealthyChildren.org y se encarga de supervisar y dirigir el sitio junto con el editor del personal. Es pediatra en ejercicio en Children's Medical Group de Atlanta, Georgia, y también es mamá. Obtuvo su título de médica en Medical College of Virginia en Richmond y se especializó en pediatría en University of California, San Francisco. Su experiencia incluye trabajar en la práctica privada, así como en un centro médico académico. Fue directora de la sala de neonatos normales de Dartmouth-Hitchcock Medical Center de New Hampshire. La Dra. Shu también es coautora de los libros
"Food Fights" (Peleas por la comida) y
"Heading Home with Your Newborn" (De regreso a casa con su recién nacido) publicados por la American Academy of Pediatrics.
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