Cuando su bebé nació, su peso al nacer incluyó el exceso de fluidos corporales que perdió durante sus primeros días.
La mayoría de los bebés, durante los primeros cinco días, pierden aproximadamente una décima parte de su
peso al nacer y luego lo recuperan durante los siguientes cinco; así que, aproximadamente en el día diez, usualmente regresan a su peso original al nacer. La mayoría de los bebés crecen muy rápidamente después de recuperar su peso al nacer, especialmente, durante los períodos de crecimiento repentino que ocurren aproximadamente de siete a diez días y nuevamente entre tres y seis semanas. El recién nacido promedio gana peso a una velocidad de ⅔ de onza (20 a 30 gramos) al día y en un mes pesa aproximadamente diez libras (4,5 kg). Crece entre 1
½ y 2 pulgadas (4,5 a 5 cm) durante este mes. Los niños tienden a pesar ligeramente más que las niñas (por lo menos 1 libra, o aproximadamente 350 gramos). También tienden a ser más largos que las niñas a esta edad (aproximadamente ½ pulgada o 1,25 cm).
Su pediatra pondrá atención especial al crecimiento de la
cabeza de su hijo ya que refleja el crecimiento de su cerebro. Los huesos en el cráneo de su bebé todavía crecen juntos y el cráneo crece más rápido durante los primeros cuatro meses que en cualquier otro momento de su vida. La circunferencia promedio de la cabeza del recién nacido mide aproximadamente 13
¾ pulgadas (35 cm) y crece aproximadamente 15 pulgadas (38 cm) en un mes. Debido a que los niños tienden a ser ligeramente más largos que las niñas, sus cabezas son más grandes, aunque la diferencia promedio es menor a ½ pulgada (1 cm).
Durante estas primeras semanas, el cuerpo de su bebé se enderezará gradualmente de la posición fuertemente flexionada (encorbada) que tenía dentro del útero durante los últimos meses del
embarazo. Empezará a estirar sus brazos y piernas y podrá arquear su espalda de vez en cuando. Sus piernas y pies pueden continuar rotando hacia adentro, lo que le dará una apariencia de piernas arqueadas. Esta condición usualmente se corregirá sola, gradualmente durante el primer año de vida. Si la apariencia de piernas arqueadas es particularmente grave o se relaciona con la curva pronunciada de la parte delantera del pie, su pediatra le puede sugerir una férula o un yeso para corregirlo, pero en la mayoría de los casos, estas circunstancias son extremadamente inusuales.
Si su bebé nació
vaginalmente y su cráneo pareció deforme al momento de nacer, pronto retomará su forma normal. Cualquier moretón del cuero cabelludo o hinchazón de los párpados que haya ocurrido durante el nacimiento habrá desaparecido al final de la primera semana o dos. Cualquier punto rojo en los ojos desaparecerá en aproximadamente tres semanas.
Desafortunadamente, puede descubrir que el cabello fino que cubría la cabeza de su hijo cuando nació pronto se empezará a caer. Si se frota la parte trasera de la cabeza sobre la superficie en la que duerme, puede desarrollar un punto de calvicie temporal, aunque el resto del cabello permanezca allí. Esta pérdida no es significativa médicamente. Los puntos descubiertos se cubrirán con cabello nuevo en pocos meses.
Otro desarrollo normal es el acné del bebé; espinillas que aparecen en el rostro, usualmente durante la cuarta o quinta semana de vida. Se consideran que se deben a la estimulación de glándulas grasas en la piel por las hormonas que pasan a través de la placenta durante el embarazo. Esta condición puede empeorar si el bebé descansa sobre sábanas que se lavan con detergentes fuertes o están manchadas por leche que el bebé vomitó. Si su bebé tiene acné de bebé, coloque una manta limpia debajo de su cabeza mientras esté despierta y
lave su rostro suavemente una vez al día con jabón para bebé para retirar los residuos de leche o detergente.
La
piel de su recién nacido también puede lucir manchada con colores desde rosado a azul. Sus manos y pies en particular, pueden estar más fríos que el resto de su cuerpo. Los vasos sanguíneos que llegan a estas áreas son más sensibles a los cambios de temperatura y tienden a reducirse como reacción al frío. Como resultado, menos sangre llega a la piel expuesta, lo que ocasiona palidez o un color azul. Sin embargo, si usted le mueve sus manos y piernas, deberá notar que inmediatamente cambian a rosado nuevamente.
El "termostato" interno de su bebé, que ocasiona que sude cuando tiene demasiado calor o que tiemble cuando tiene demasiado frío, no funcionará adecuadamente durante un tiempo. Además, en estas primeras semanas, carecerá de protección aislante de grasa que lo protegerá de cambios repentinos de temperatura posteriormente. Por estas razones, es importante que lo
vista adecuadamente; ropa caliente en clima frío y con ropa ligera cuando hay calor. Una norma general es vestirlo con una prenda de vestir más de la que
usted usaría en las mismas condiciones de clima. No lo arrope automáticamente solo porque es un bebé.
Entre los diez días y las tres semanas después del nacimiento, el remanente (muñón) del
cordón umbilical se debe secar y caer, dejando atrás un área limpia y bien sanada. Ocasionalmente, queda un punto en carne viva después que desaparece el muñón. Puede emitir un líquido con sangre. Simplemente manténgalo seco y limpio (con una bola de algodón humedecida con alcohol isopropílico) y sanará solo. Si no sana ni seca completamente en dos semanas, consulte con su pediatra.