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Edades y Etapas

Asistencia escolar, inasistencias injustificadas y absentismo crónico: lo que los padres deben saber

​¿Cuántos días ha faltado su hijo a la escuela en las últimas 4 semanas? ¿Estuvo enfermo un solo día o dos? ¿y el día en que se fue más temprano porque tenía dentista? ¿O los días libres que usted se tomó para extender las vacaciones? No siempre es fácil llevar la cuenta.

Faltar un día de vez en cuando no es un problema. Pero las inasistencias se acumulan rápido. Y estos días de clase perdidos pueden afectar mucho el aprendizaje y la salud general de su hijo.

Faltar dos días al mes, con o sin justificación, puede acumular inasistencias hasta que ese le considere al niño ausente crónico.

La American Academy of Pediatrics (AAP) alienta a los padres a reducir las inasistencias innecesarias, aprender sobre las políticas de asistencia del lugar donde viven y priorizar que sus hijos vayan a la escuela en tiempo, todos los días.   

El ausentismo crónico af​ecta a millones de estudiantes en todo el país

Puede pensar que esto es solo estudiantes de secundaria que faltan a la escuela. Pero, de hecho, este problema comienza temprano. Según la investigación destacada en la declaración de política de la American Academy of Pediatrics de 2019 titulado El vínculo entre la asistencia escolar y la buena salud, al menos el 10 % de los estudiantes de jardín de infantes y primer grado faltaron un mes o más del año escolar. El ausentismo crónico se volvió más común en la escuela intermedia, y alrededor del 19% de todos los estudiantes de secundaria estaban ausentes crónicamente.

Se estima que las tasas de ausentismo crónico pueden haberse más que duplicado durante la pandemia de COVID-19. Los datos sugieren que este puede ser especialmente el caso de las poblaciones vulnerables, como los estudiantes de hogares de bajos ingresos.​

Los estudiantes se vuelven ausentes crónicos por muchos motivos

Hay ciertos motivos de ausentismo que no se pueden evitar. La necesidad de aislarse durante una enfermedad infecciosa como el COVID-19 sigue provocando faltas a la escuela, por ejemplo. Las vacunas y los refuerzos contra el COVID-19 para todas las personas mayores de 6 meses deberían ayudar a reducir estas ausencias. Pero si su hijo falta muchos días a la escuela, o algunos días cada mes, es importante considerar el motivo del ausentismo.​​

  • Un estudio a nivel nacional concluyó que los niños con TDAH, autismo o retrasos del desarrollo tienen el doble de probabilidades de absentismo crónico en comparación con los niños que no tienen estas afecciones.

  • Los niños con enfermedades crónicas comunes, como asma y diabetes tipo 1, faltan más a la escuela cuando tienen más síntomas.

  • Los problemas de salud mental, como la ansiedad o la depresión, son motivos comunes de inasistencia.

  • Hasta el 5 % de los niños tienen ansiedad relacionada con la escuela y podrían inventar motivos por los que no deberían ir a la escuela o directamente negarse a ir.

Si sumamos todo, quedan muchos pupitres vacíos y se pierde mucho tiempo escolar.

No subestime lo perjudicial que son estas inasistencias escolares

Faltar solo dos días al mes a la escuela, por el motivo que sea, puede ser un problema para los niños en varios sentidos. Los niños ausentes crónicos en kínder y primer grado tienen menos probabilidades de leer al nivel adecuado para su grado cuando llegan a tercer grado. En el caso de los alumnos mayores, el absentismo crónico está estrechamente vinculado con el mal desempeño escolar, incluso más que las bajas calificaciones o los malos resultados en las pruebas. Cuando las inasistencias se acumulan, es más probable que estos estudiantes sean suspendidos y abandonen la preparatoria (escuela secundaria). El absentismo crónico también está relacionado con el consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes, así como también con la mala salud al llegar a la edad adulta.

Ausentismo crónico: ¿qué es?

¿Qué es el ause​ntismo crónico?

El ausentismo crónico significa faltar demasiado a la escuela, por cualquier motivo, con o sin excusa. Los expertos y un número creciente de estados definen el ausentismo crónico como faltar al 10 % (o alrededor de 18 días) durante un año escolar.​

¿Qué es lo que convierte a un estudiante en un “faltista habitual”?

Si bien el absentismo crónico mide el total de inasistencias, las justificadas y las injustificadas, cuando se habla de ausencias solo se incluyen las inasistencias injustificadas. La cantidad de inasistencias injustificadas requeridas para que un estudiante sea considerado “faltista habitual” es diferente en cada estado.  Lea las políticas de su distrito escolar y los códigos estatales sobre asistencia. Tiene que mantenerse bien informado respecto a cuántas inasistencias se permiten y lo que se considera inasistencia justificada e injustificada. 

Tómese en serio cualquier advertencia que reciba. ¿Por qué? Las consecuencias de tener demasiadas inasistencias son graves, no solo para los estudiantes sino también para los padres. Las escuelas gestionan los problemas menores de faltas con cartas de advertencia, reuniones de padres con maestros, etc. Sin embargo, en algunos estados, se puede multar a los padres cuando los hijos faltan demasiado a la escuela.

​10 consejos prácticos para hacer que su hijo vaya a la escuela a tiempo, todos los días:

  1. Fije objetivos de asistencia con su hijo y haga un seguimiento de la asistencia del niño en un calendario. Pruebe con dar pequeñas recompensas por no faltar nunca a la escuela, como atrasar la hora de ir a la cama los fines de semana.

  2. Ayude a su hijo a dormir bien por las noches. La falta de sueño está asociada con menos logros escolares a partir de la escuela secundaria, así como también con cifras más altas de faltas a la escuela y llegadas tarde. La mayoría de los niños necesitan entre 10 y 12 horas de sueño por noche, y los adolescentes (de entre 13 y 18 años de edad) necesitan entre 8 y 10 horas por noche. Verifique aquí cuántas horas necesita su hijo.

  3. Prepárese la noche anterior para optimizar sus mañanas. Saque la ropa que usará su hijo. Prepare las mochilas y los almuerzos. Elabore planes alternativos para ir a la escuela en caso de que ocurra un imprevisto, como perder el autobús o una reunión a primera hora de la mañana. Cuente con la ayuda de un familiar, un vecino u otro adulto de confianza que pueda tomar su lugar para llevar a su hijo a la escuela en el caso que usted no pueda.

  4. Intente programar las citas con médicos y dentistas antes o después del horario escolar. Si los niños tienen que faltar a la escuela por citas médicas, llévelos inmediatamente de vuelta a la escuela al terminar, para que no pierdan todo el día.

  5. Programe los viajes largos en época de vacaciones escolares. Esto ayuda a su hijo a estar al día con lo que aprende en la escuela y genera la expectativa de ir a la escuela durante todo el año escolar. Incluso en la escuela primaria, faltar una semana a clases puede atrasar el aprendizaje de su hijo.  

  6. No deje que su hijo se quede en casa salvo que realmente esté enfermo. Los motivos para quedarse en casa incluyen temperatura de más de 101 ºF (38 ºC), vómitos, diarrea, tos seca, dolor de muelas, una prueba positiva de COVID u otra enfermedad infecciosa. Tenga en cuenta que las quejas frecuentes de dolor de estómago o de cabeza podrían ser un signo de ansiedad y no constituir un motivo para quedarse en casa. Consulte Evadir la escuela: consejos para padres preocupados

  7. Hable con su hijo sobre los motivos por los cuales no quiere ir a la escuela. La ansiedad relacionada con la escuela puede provocar la evasión de la escuela. Hable con su hijo sobre sus síntomas e intente que le hable sobre cualquier dificultad emocional que esté teniendo con temas tales como el acoso, o el acoso, el temor al fracaso o hechos reales de daño físico. Si le preocupa la salud mental de su hijo, hable con su pediatra, con la maestra del niño o con el consejero escolar.

  8. Si su hijo tiene un problema de salud crónico, como asma, alergias o convulsiones, hable con el pediatra sobre la elaboración de un plan de acción para la escuela. Reúnase con la enfermera de la escuela de su hijo y conózcala. Si necesita orientación y documentación para un Programa de Educación Individualizada (IEP) o un Plan 504, pida ayuda a su pediatra para acceder a los servicios en la escuela.

  9. Cumpla las reglas. Asegúrese de saber cuáles son los requisitos de su escuela cuando un niño falta o llega tarde. Si se supone que debe llamar, enviar un correo electrónico o entregar una nota del médico después de determinados días de inasistencia, hágalo. Si queremos que nuestros hijos sigan las reglas, debemos dar el ejemplo. En lo que respecta a estos procedimientos, cúmplalos al pie de la letra.

  10. Lleve un registro de asistencia de su hijo e averigüe los motivos cuando se acumulen las inasistencias. Averigüe por qué faltó a clases su hijo. Piense en el estado de ánimo de su hijo. ¿Ha estado pasando mucho tiempo solo últimamente? ¿Su afección crónica está empezando a ser más problemática? ¿Está rechazando la escuela? Usted es quien mejor conoce a su hijo.

    ​RELEVANCIA DEL CONTENIDO PARA LA COMUNIDAD HISPANA

    Los estudiantes latinos tienen una menor tasa de graduación de la escuela secundaria que otros grupos en los Estados Unidos. La inasistencia constante a la escuela afecta el progreso académico e influye en la deserción escolar, impactando las opciones de trabajo y desempeño en el futuro.

Información adicional:


Última actualización
9/28/2022
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2019)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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