Los niños mayores que están expuestos a poca habla de los adultos tienden a correr el riesgo de sufrir retrasos del lenguaje. Un nuevo estudio del número de marzo de 2014 de Pediatría examinó la probabilidad de que esto fuera cierto en los bebés prematuros.
Para el estudio, "El habla de los adultos con bebés prematuros en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal (NICU, por sus siglas en inglés) y sus resultados en el desarrollo" publicado en línea el 10 de febrero, los investigadores grabaron 16 horas de habla de adultos y de sonidos vocales de los bebés en la unidad de cuidados intensivos neonatal del Hospital de Mujeres & Niños en Rhode Island.
Los investigadores usaron un dispositivo de grabación digital para el análisis del entorno de la lengua (LENA, por sus siglas en inglés) para grabar a los adultos hablando con 36 bebés prematuros de 32 semanas de edad y otra vez a las 36 semanas de edad. Cada aumento de 100 palabras por parte de los adultos por hora de grabación a la edad de 32 semanas dio lugar a un aumento de 2 puntos en las escalas compuestas del lenguaje a los 18 meses y un aumento de 0,5 puntos en las escalas de la comunicación expresiva. Por cada 100 palabras de los adultos por hora a la edad de 36 semanas de edad, hubo un incremento de 1,2 puntos a los 7 meses en la escala compuesta cognitiva de Bayley, y un aumento de 0,3 puntos en la escala de comunicación expresiva a los 18 meses. A los 7 meses, la cuenta acumulativa de las palabras por parte de los adultos en todas las grabaciones se asoció con escalas cognitivas más altas así como del lenguaje compuesto y la comunicación receptiva. En los resultados de los bebés de 18 meses, el número de palabras por parte del adulto en todas las grabaciones se asoció a escalas más altas de comunicación expresiva.
Los autores del estudio concluyen que los bebés atendidos en la UCIN se benefician de la exposición a las voces de los adultos, ya que resulta en mejores escalas cognitivas y del idioma más adelante en sus vidas. Se les debe recomendar a los padres que hablen con sus bebés prematuros en la UCIN para evitar que corran el riesgo de retrasos del lenguaje.
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