Por: David L. Hill MD, FAAP
"¿Papi, y tú para qué eres bueno?"
Si usted obtuviera toda su información de tarjetas de felicitación o de los
anuncios publicitarios, pensaría que los padres principalmente acaparamos los controles remotos, coleccionamos herramientas y consumimos cerveza y alitas de pollo. Por otra parte, los fanáticos de las comedias, saben que los padres dejan el asiento del inodoro levantado, dejan quemar un simple
desayuno y dicen pequeñas mentiritas que acaban saliéndose de su control y creando una serie de eventos bochornosos, pero que nunca ponen en peligro la vida o resultan en
lesiones. Ninguno de estos estereotipos se aplican a los padres verdaderos, excepto quizá en lo que se refiere al asiento del inodoro.
Comparta sus talentos especiales
Por supuesto, en la realidad, existen tantas respuestas como hay padres a la pregunta: ¿para qué son buenos los padres? Hay muchas razones por las cuales me encanta practicar la pediatría, pero especialmente disfruto observar las diferentes formas cómo cada padre nutre a sus hijos. He conocido algunos sargentos instructores…quiero decir, los que usan uniformes y entrenan a reclutas militares, que también les encanta mecer a sus bebés. Conozco un chef que prepara sus propios
alimentos para bebés con verduras de nombres que no puedo deletrear. He visto a un experto escritor de tecnología que no ve la hora de mostrarle nuevos artefactos a su hija adolescente. Durante la experiencia de ser padre, como en todas las experiencias en la vida, todos contribuimos talentos únicos y especiales que podemos compartir.
En busca de buena información
A pesar de recientes cambios demográficos, muchas personas todavía tienen pocas expectativas referente a las habilidades generales de los padres; siempre es divertido sorprender a estas personas. No existe una fórmula para garantizar que ningún niño termine con
bajo rendimiento en la escuela, experimentado con
drogas o bebidas alcohólicas o tomando riesgos imprudentes con el sexo, pero usted debe tener a la mano un buen juego de herramientas para proteger a su niño de caer en estas trampas. Localice buena información (como la de este sito web o del libro que escribí) para ayudarle a ser incluso aún mejor en ciertas labores, desde el
tratamiento para la dermatitis del pañal, hasta para saber cuándo una tos puede ser síntoma de
pulmonía y cómo comprar
toallas sanitarias para su hija adolescente (recuerde, manténgase firme y mire a la cajera directo a los ojos, ella sabe que no son para usted).
Disfrute el mejor trabajo de su vida
Solía pensar que si podía proteger a mis hijos de ciertos peligros, podría dejar de preocuparme por ellos. Una vez que mi hijo cumpliera un año, o mi hija entrara al
kínder, o mi niño menor entrara a la
universidad, entonces podría tranquilizarme. Ahora me doy cuenta que desde el momento en que me convertí en padre, me suscribí a una vida llena de preocupaciones. Ser padre no es un trabajo del que uno pueda jubilarse. Pero, la verdad sea dicha: ¿quién querría hacerlo? Nada me motiva más a trabajar con empeño, correr más rápido o pensar ágilmente, que mis hijos. Si lo que usted quería era una vida de emoción y aventura, ya puede dejar de soñar. Lo ha logrado. ¿Para que sirve usted como padre? Para muchas cosas hoy, y con garantía de añadir algo más a lista mañana.
¡Felicitaciones! Usted es papá!
Sobre el Dr. Hill:
El pediatra David Hill, MD, FAAP, es el vice presidente de la Clínica Pediátrica Cape Fear en Wilmington, NC y es profesor auxiliar de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. Él ejerce en el Comité Ejecutivo de la Sociedad Pediátrica de Carolina del Norte y en el Consejo de Comunicación y Medios de la American Academy of Pediatrics. El Dr. Hill fue el recipiente del premio Benjamin Franklin de la Asociación de Editores Independientes en el 2013 por su libro
"Dad to Dad: Parenting Like A Pro" (De padre a padre: Cómo criar a los hijos como un profesional). También ejerce como consultor sobre temas de la salud infantil en la radio local y nacional, la televisión y los medios de comunicación de la red. Vive en Wilmington, Carolina del Norte con su esposa, tres niños y dos hijastros.