Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
 
Problemas de salud

Alergias al maní o cacahuate: lo que debe saber sobre las nuevas pautas y la investigación

Cuando era niña, los sándwiches de mantequilla de maní, cacahuate o cacahuete y mermelada eran muy comunes en los comedores de las escuelas. Hoy en día, a la mayoría de los padres no se les ocurriría enviar uno a la escuela. Ya no sólo no tenemos maní en los almuerzos escolares sino que las escuelas están libres de maní —y en muchos campamentos y programas para después de la escuela también se ha prohibido el maní. 

Lo hacen para salvar vidas. No sólo la prevalencia de las alergias al maní se ha duplicado en los países occidentales en los últimos 10 años, sino que es la causa principal de muertes relacionadas con las alergias a los alimentos en los Estados Unidos.

Puede ser que finalmente hayamos encontrado la solución, y la solución es más sencilla de lo que parece: hay que comer maní. No los cacahuetes o maní entero —debido al grave riesgo de asfixia por atragantamiento que presentan, sino productos hechos con maní, como la mantequilla de maní. 

​Recomendaciones previas

Por muchos años, los expertos creían que la mejor manera de hacerle frente a las alergias al maní era evitar todos los productos del maní durante el primero año de vida —Por esta razón en el año 2000 la American Academy of Pediatrics(AAP) recomendó que todos los niños con riesgo elevado de alergias al maní (como aquellos con antecedentes familiares, o con otras alergias alimentarias, o con eczema) no deberían consumir maní hasta cumplir los 3 años. Pero de nada sirvió, razón por la cual en el 2008 la AAP dejó de hacer esta recomendación.

Investigación sobre las alergias al maní o cacahuate

Por esta  misma época más o menos, un grupo de investigadores del Reino Unido se dio cuenta de algo interesante: la alergia al maní en los niños judíos que vivían en el Reino Unido era casi 10 veces más común que la de los niños judíos que vivían en Israel. Puesto que estos niños tienen una ascendencia similar, la diferencia tenía que ser debido a algo que estaban haciendo.

La gran diferencia resultó ser la dieta. Los niños en el Reino Unido muy pocas veces consumían productos de maní durante el primer año de vida —mientras que los niños de Israel consumían un refrigerio conocido como Bamba, una especie de hojaldre de maíz hecho con mantequilla de maní. Los investigadores se preguntaron: ¿Podría ser está la principal diferencia —que los niños israelitas comían productos de maní desde una edad temprana?

Así que decidieron ponerlo a prueba. Realizaron un estudio con cerca de 600 bebés que tenían eczema severa o alergia al huevo, que se sabe aumenta el riesgo de las alergias al maní. Los dividieron en dos grupos: A un grupo le dieron el producto Bamba para comer con frecuencia (si no les gustaba Bamba, podían comer mantequilla de maní sin grumos) y al otro grupo se le dijo que no consumieran ningún producto que contuviera maní. Hicieron esto hasta que los niños cumplieron 5 años de edad.

Al cumplir los 5 años, solamente el 3 por ciento de los niños que comieron productos del maní eran alérgicos —comparado con 17 por ciento de los que no comieron maní. Esto incluyó a los niños que obtuvieron resultados positivos a las pruebas de alergia al maní cuando eran bebés (aquellos con resultados positivos sólidos fueron excluidos del estudio).

Nuevas pautas para la incorporación de productos del maní

Cuando esta investigación fue publicada, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas elaboró pautas para ayudar a los pediatras y a los padres a entender y practicar estas recomendaciones. La AAP respaldó esas directrices, y en su más reciente informe clínico señala su importancia.

Las pautas dividen a los bebés en tres grupos:

  • Aquellos con eczema severa (persistente o eccema recurrente que necesita con frecuencia de cremas de prescripción) o alergia a los huevos.

  • Aquellos con eczema entre leve  y moderada.

  • Aquellos que no tienen ni alergias alimentarias ni eczema.

Para el primer grupo, aquellos con eccema o alergias al huevo severa, se recomienda hacerles pruebas para detectar alergias al maní —y los padres deben hablar con sus médicos sobre cuándo y cómo pueden darle al bebé productos del maní. Si la prueba de alergia es positiva, sería mejor probar los productos del maní en el consultorio médico. Los padres de los bebés en este grupo deben hablar pronto con su médico, más o menos en la visita de control de los 2 o 4 meses, debido a que la recomendación es que estos bebés prueben los productos del maní entre los 4 y 6 meses.

No es necesario hacerles pruebas a los bebés con eccema entre leve y moderada, aunque sí deben hablar con su médico sobre la situación y las necesidades del niño. Estos bebés deben probar los productos de maní más a menos a los 6 meses de edad.

A los bebés que no tienen eccema ni alergias alimentarias se les puede dar productos del maní con otros alimentos basados en las preferencias de la familia y en sus tradiciones culturales. Lo importante no es hacerlo pronto, sino que está bien si los padres lo hacen.

Es muy importante que los padres no les den a los bebés el maní entero o en trozos (o mantequilla de maní con trozos) debido a que los niños se pueden atragantar (asfixiar). La mantequilla de maní suave (uniforme) en forma de puré es mejor, así como los refrigerios o alimentos hechos con mantequilla de maní.

No sabemos si esta recomendación funciona con otras alergias alimentarias, así que, si está tratando de prevenir otras alergias, consulte con su médico. 

Información adicional:

Sobre la Dra. McCarthy:

La doctora Claire McCarthy, MD, FAAP es pediatra de medicina primaria en el Hospital Infantil de Boston, profesora auxiliar de atención pediátrica en la Universidad de Medicina de Harvard, editora veterana de las Publicaciones de Salud de Harvard, y portavoz oficial de la American Academy of Pediatrics. La doctora escribe sobre la salud y la crianza para el Harvard Health Blog, el Huffington Post y muchas otras publicaciones en línea e impresas.


Autor
Claire MCarthy, MD, FAAP
Última actualización
2/3/2020
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2019)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
Síganos