Por Meghan Horn, MD, FAAP y Christine Waasdorp Hurtado, MD, FAAP
Cuando su hijo devuelve la comida (vomita), es fácil que se
deshidrate. El riesgo es aún mayor cuando
la fiebre los hace sudar más o también cuando pierden líquidos debido a
la diarrea. Según la gravedad o la duración de los episodios de vómito, su hijo podría perder electrolitos importantes, como sodio, potasio y cloruro.
Si su hijo goza de buena salud, saltarse una o dos comidas cuando tiene náuseas y vómitos no le hará daño. No obstante, es importante asegurarse de que siga tomando líquidos para ayudar a evitar la deshidratación. Continúe leyendo para obtener consejos para ayudarle a mantener a su hijo hidratado en casa cuando está enfermo.
¿Qué causa el vómito?
El vómito es un síntoma común de muchas enfermedades infantiles. Ocurre cuando los músculos abdominales y el diafragma se contraen, mientras que el estómago se relaja. Este reflejo sucede cuando se activa el "centro del vómito" del cuerpo. Dicho reflejo es la forma que tiene el cuerpo de protegerse contra las toxinas, contra la situación de estar lleno de forma nociva y contra otros desencadenantes gastrointestinales, neurológicos, hormonales y psiquiátricos.
¿Cuál es la mejor manera de prevenir la deshidratación en un niño?
La terapia de rehidratación oral es un método eficaz y seguro para prevenir la deshidratación en el hogar.
Durante las primeras 24 horas, considere limitar los alimentos sólidos y anímelo a sorber o beber pequeñas cantidades de líquidos cada pocos minutos durante algunas horas. El objetivo debe ser la ingesta de al menos 1 onza (30 ml) por hora. Los líquidos ayudan a prevenir la deshidratación y conllevan menos riesgo de provocar vómitos que los alimentos sólidos.
¿Cómo administrar líquidos?
Puede darle líquido a su hijo con un biberón o una taza apropiados para su edad. Si su hijo no puede tomar sorbos de un biberón o una taza, intente usar una taza, una jeringa o una cucharita para medicamentos.
¿Qué tipo de líquidos debo darle a mi hijo?
Niño de 6 meses a 1 año de edad:
- Leche materna sin diluir o fórmula. Si no lo tolera correctamente, considere ofrecerle una solución de rehidratación comercial que contenga azúcares y sales. No le ofrezca agua.
Niños de 1 año de edad en adelante:
Nota: tenga cuidado con
las bebidas deportivas comerciales. Si bien reemplazan las sales, también pueden contener grandes cantidades de
azúcar, lo que puede empeorar la diarrea.
¿Cuándo llamar a su pediatra?
Comuníquese con el pediatra de inmediato si su hijo se siente demasiado enfermo para beber, si se siente letárgico o si muestra
signos y síntomas de deshidratación. Dichos síntomas incluyen:
Orinar con menos frecuencia (para bebés, esto implica menos de 6 pañales mojados al día)
Tener la lengua y la cavidad bucal seca
Tener los ojos secos y producir menos lágrimas al llorar
Exhibir somnolencia excesiva o irritabilidad
Tener la piel arrugada
Sentir el "punto blando" hundido en la cabeza (en bebés)
Sentir debilidad o mareos al intentar ponerse de pie (en niños mayores)
¿Por qué los bebés y los niños pequeños corren un mayor riesgo de deshidratación?
Los niños pequeños son especialmente propensos a la deshidratación. Esto se debe a que sus cuerpos son menos eficientes para conservar agua que los niños mayores y los adultos. Además, debido a su tamaño pequeño, es menor la cantidad de líquidos que necesitan perder para provocar un episodio de deshidratación.
Recuerde
Hable con su pediatra cada vez que tenga inquietudes relacionadas con la salud de su hijo.
Más información
Acerca de la Dra. Horn
Meghan Horn, MD, MSc, FAAP es becaria clínica en New York Presbyterian - Weill Cornell Medicine en el departamento de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. Es miembro del subcomité de educación para pacientes y padres en la American Academy of Pediatrics.
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Acerca de la Dra. Waasdorp Hurtado
Christine Waasdorp Hurtado, MD, MSCS, FAAP es gastroenteróloga pediátrica en el Children's Hospital Colorado en Colorado Springs. Es miembro de la American Academy of Pediatrics y de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica (North American Society of Pediatric Gastroenterology and Nutrition). |